Nuevos colonizadores continúan conquista indígena en el Sur

28.08.2015 06:35

Existe la creencia generalizada, que la conquista y colonización de América finalizó en el siglo XIX, cuando se consolidaron los movimientos libertadores, sin embargo, el proceso histórico ha tenido una continuidad manifestada en el afán de riquezas fáciles, conducidos por dirigentes indígenas herederos de las más agrias clases europeas conquistadoras del continente. Esa nueva y humillante etnia en el poder, puso en marcha su plan independiente de colonización de territorios, utilizando armas más poderosas y letales contra sus propias familias, sumisión por hambre. Muchas comunidades indígenas que viven bajo el dominio de esta nueva clase indígena, están sufrieron invasiones y despojos de importantes derechos logrados durante más de quinientos años de resistencia, siendo sometidos a nueva legislación puestas en prácticas por estos neocolonizadores, obligándolos a renunciar derechos en función de intereses políticos grupales. Privándolos de recursos económicos asignados por el Estado. Esta política agresiva, negadora de la autonomía de los pueblos indígenas seguirá prolongándose mientras continúen gobernando estos nuevos conquistadores españoles salidos de nosotros mismos, que más pendiente andan de cargar con los recursos de todos, que lograr el beneficio común.

Los indígenas no son más que instrumentos de campañas aprovechados por una dirigencia formada con premeditación y liderada por la Iglesia Católica para sacar ventaja de importantes sumas de dinero asignados a comunidades indígenas que viven abandonadas en la más desesperante indefensión. Tanto los opositores Liborio Guarulla gobernador de Amazonas, Nirma Guarulla diputada nacional y candidata a la reelección, y los chavistas Nicia Maldonado y Edgildo , son responsables del hambre que hoy azota estas comunidades, cuyos padres con angustiosa preocupación, no cuentan con recursos necesarios para comprar alimentos, adquirir uniformes y útiles escolares. Dependen de pequeños conucos que no producen más allá de la comida familiar. Estos dirigentes políticos dilapidaron durante quince años los voluminosos recursos con que pudo emprenderse proyectos agrícolas para atenuar la situación que hoy hace mella en estas familias afectadas por extrema pobreza. Invirtieron los recursos en construcción de obras para cobrar veinte por ciento de soborno con el que amontonaron las millonarias fortunas que hoy exhiben, sin vergüenza alguna, frente a la mirada de todos.

La lucha por los derechos indígenas quedó relegada a pocos núcleos resistentes de hecho, a la supervivencia de comunidades indígenas en regiones improductivas donde sobreviven a los embates de la extrema pobreza. Los indios son tratados como personas marginadas de derechos laborales, de por sí, escasa e injusta para intereses del trabajador. Por lo general, estos padres de familias realizan tareas agrícolas en parcelas difíciles de trabajar por su infertilidad, sin los beneficios de semillas, abonos y herramientas para mejorar su producción, transformando negativamente la vida de estos grupos, al desintegrarlos como pueblos, degradándolos en la escala social.

La situación es de pobreza extrema con destrucción del tejido social, marginación creciente y nulas posibilidades de integración colectiva o reconocimiento de su cultura. Aisladas, sin posibilidades económicas, sobreviven mediante el desarrollo de actividades informales, carentes de cobertura sanitaria y educacional.

Los cambios demográficos han sido causa de numerosos cambios en la economía, obligando a grandes migraciones internas de indígenas hacia capitales de Estado, en búsqueda de mejor forma de vida. Las tareas agrícolas perdieron peso en el aparato productivo y su rendimiento se hizo cada vez más menguado, originando el traslado desde sus sitios de origen para sobrevivir. Se ven obligados a dejar sus tierras y dirigirse a ciudades donde la única opción para las mujeres es vender sus productos y para los hombres trabajar como porteros y obreros mal pagados. La gobernación de Amazonas mantiene doce mil trabajadores devengando salario por debajo del sueldo mínimo. Los que lograron obtener títulos universitarios, para la insignificante homologación de sueldo, les exigen una carta de postulación de los comités de campaña de Liborio Guarulla, con la intención de sumar votos para su hermana Nirma Guarulla, dama que se ufana de ser luchadora indígena, aunque someten a los indígenas por hambre. Frente al hambre indígena, Liborio Guarulla se elevó su salario a sesenta mil mensual y Nirma, exhibe su pomposa riqueza.

Los yanomamis están agonizando por desnutrición y enfermedades, ya que no llegan los servicios médicos adecuados ni los beneficios de la gobernación. Este grupo constituye una población de 9.000 a 10.000 indios. Su situación ha experimentado un acusado deterioro y numerosos yanomamis han muerto a causa de las enfermedades y la violencia desatada por los cerca de 50.000 buscadores de oro que invadieron su territorio.

Las acciones de los gobiernos del opositor Liborio Guarulla y la oficialista Nicia Maldonado para solucionar lo que generalmente llaman el "problema indio" dependen de la trascendencia internacional de la situación de sus comunidades o ciudadanos indígenas, el perjuicio político que provoquen, o los grupos de presión internos que actúen para concienciar la opinión pública. Estos gobiernos, sin embargo, tienden a ocultar y silenciar la vida marginal de pueblos indígenas y a mantener un orden opresivo, plenamente justificado desde el poder, mediante el cual, estas minorías someten económica y socialmente a las mayorías indígenas.

 

Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 0416106l7319
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