Nicolás Maduro apoya corrupción en Amazonas

01.03.2016 20:39

La palabra de Cristo establece que el juicio de Dios entra por casa, pero, de qué tamaño es el juicio cuando se observa la paja en el ojo ajeno y no se ve la viga que tapa el suyo. Mientras Nicolás Maduro se entretiene denunciando la corrupción opositora que hay, y bastante, aquí la directiva del PSUV mantiene una desbordante corrupción administrativa con saqueos a todas las instituciones del gobierno nacional, ejecutada por los hijos de Chávez, Nicia Maldonado y Edgildo Palau, bastaría saber si la candidata presidencial, María Virginia Chávez acepta estos hermanos adoptivos que se embolsillan el dinero de cuanta institución llega a sus manos, para lo cual, colocaron frente a cada una, sus más confidentes socios.

Nicia Maldonado siendo ministra de Asuntos Indígenas, desembolsó miles de millones de bolívares para la construcción de dos plantas procesadoras de piña, una planta de desechos sólidos, motores fuera de borda para las comunidades del Alto Orinoco y casas bien equipadas, cuyas plantas, motores y equipos, aun no aparecen, y como directora de Corpoamazonas, dinero para financiamiento agrícola que aún esperan los productores, venta de cauchos, baterías, autopartes y lubricantes a precios solidario, pero los vendieron a los más pudientes a precio del comercio local, es decir diez veces su precio. La entrega de taxis y autobuses supuestamente gratis, su cuñado hizo una subasta y los entregó a quien mayor dinero entregó, llegando hasta un millón por unidad. Los cauchos de repuestos y extintores de los autobuses Yutong, fueron vendidos a empresarios.

Edgildo Palau, flamante secretario general del PSUV, se apropió del dinero de 300 consejos comunales con el abogado Domingo Fassio, utilizando cédulas falsas. La denuncia duerme silenciosamente por la complicidad de un fiscal del Ministerio Público. Varios contratos cobrados sin ejecutar en las alcaldías chavistas, seis mil millones de bolívares por la plaza Bolívar de La Esmeralda, de la que no existe un bloque, y manejan a placer la comida de escuelas y alimentos de Mercal que cada día llegan a las poblaciones colombianas de Puerto Inírida, Casuarito y Puerto Carreño. En Puerto Ayacucho, las bodegas vacías con kilométricas colas que hacemos los más bobos. Después de dos días de sofocantes colas, nos tropezamos con que no hay arroz, azúcar ni espagueti, pero a la alta aristocracia de Amazonas les llevan a su casa pacas de arroz, azúcar, espagueti, sacos de pollo y carne, enviados por Edgidlo Palau, Delkis Bastidas y Nicia Maldonado. A la pobreza le toca las subidas de tensión, calor agobiante, sed, cansancio y el cuento de la revolución que ellos lideran. Otra parte de alimentos, la venden a restaurantes, y negocian con bachaqueros colombianos y venezolanos para venderlos hasta por mil doscientos bolívares por kilogramo. Hacen supuestos ventas en comunidades indígenas, pero van directo a Colombia y las minas del interior, utilizando códigos vencidos.

La venta de gasolina a Colombia es un negocio a parte, es decir aquí la Ley Habilitante de Nicolás Maduro, no puede ser aplicada por que el PSUV quedaría sin directiva.

Para reimpulsar el “excelente” trabajo político de estos hijos de Chávez, le fue enviado un refuerzo, el candidato a diputado Miguel Rodríguez, cuadrado como anillo al dedo con Edgildo Palau y su esposa Delkis Bastidas, y que viva la revolución.

Se suma también la gestión del benemérito revolucionario Antonio Graterol, directivo del PSUV y director del Ministerio de Agricultura y Tierras, responsable de la desaparición de más de cinco mil reses de la finca confiscada al señor Adolfo Meléndez, en el Valle de Manapiare y de un Fundo Zamora, del que solo queda la historia. Del dinero de Fondas, Fondafa en su tiempo, Agropatria y Agrovenezuela, únicamente se escuchan románticos recuerdos, porque jamás llegaron a los productores, fueron disuelto entre operadores políticos, falsos agricultores que regresaban 50% del monto recibido, justificando el gasto con rubros que no se producen en Amazonas.

Antonio Graterol y su esposa América Perdomo, vienen de ser mano derecha de la archiconocida señora Cecilia Matos, amante de Carlos Andrés Pérez, aunque ahora se espantan de los adecos, que de hecho sienten vergüenza de ellos. Hugo Chávez debe estar revolcándose en su tumba por el montón de traiciones que está frente a sus ojos, pero apoyada desde la más alta cúpula del partido por Nicolás Maduro, quien los ratificó en sus cargos.

 

Venezuela es de Jesucristo

 

Andrés García Bolívar

Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319

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Andresgarbo@hotmail.com

 

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