Muere niño desnutrido y dos más esperan por la muerte en Puerto Ayacucho
Como causa de mala alimentación, en la que el cuerpo gasta más energía que la comida que consume, derivadas de las pésimas circunstancias sociales, ambientales y económicas en que vive un grupo familiar, murió un niño de seis años en el sector de José María Vargas, en las proximidades de la Clínica Venancio Camico, perteneciente a la gobernación de Amazonas.
La familia a la que pertenecía este menor de edad, se dispone a esperar la muerte de dos niños más, que se encuentran en las mismas condiciones de la víctima, sin que ellos puedan hacer algo, ya que el ingreso depende de una débil venta de mango verde en las cercanías de su residencia, insuficiente para mantener una familia numerosa en complicadas condiciones de pobreza extrema.
“Toda la población de indígenas pobres está en riesgo por el hecho de vivir entre la basura. La base alimentaria casi inexistente también influyó en la muerte del niño, además de que no se tienen medidas de higiene y viven en hacinamiento”, dijo un vecino que reservó su identidad.
“Yo vivo hace 11 años aquí y junto a otros niños trabajamos recogiendo basura, porque no hay más nada que hacer. Vivimos en medio de la ciudad y no nos ayudan, más bien nos engañan cuando quieren votos”, se desahogó así la guajiba María Camico.
“Necesitamos trabajo, cuando los niños se enferman los médicos mandan remedios que no podemos comprar porque no hay dinero, por eso mueren los hijos de nosotros.
La gobernación de Amazonas presidida por el exdirigente indígena Liborio Guarulla y Corpoamazonas, institución del gobierno nacional liderada por la también exlíder indígena, Nicia Maldonado, no se han abocado a enfrentar las causas que están generando desnutrición en comunidades indígenas, sectores campesinos y los cordones de pobreza que circundan la ciudad y otras poblaciones del estado, donde la escasez alimentaria y el desempleo vienen impacto negativamente a grupos familias vulnerables
Pediatras, adscritos al Hospital Dr. José Gregorio Hernández revelaron el incremento en ingresos de infantes, niños y adolescentes en la Sala de Pediatría con problemas de desnutrición, reflejados en retraso del crecimiento, peso y talla.
Dijo uno de ellos, que el retraso en niños o adolescentes en fase de crecimiento, el cuerpo retrasa su crecimiento ante la falta de nutrientes provocándole falencias que lo afectarán en el futuro.
Reveló que la anemia en menores de 0 a 3 años, y la parasitosis, son otros de los continuos males que vienen afectado fuertemente familias indígenas, produciendo deterioros en la capacidad física, intelectual, emocional y social de los niños, así como riesgos de contraer enfermedades por infección y posteriormente la muerte.
Las causas de este deterioro físico generan dificultades de aprendizaje escolar, y detiene el acceso del niño a una educación superior. De adulto trae limitaciones físicas e intelectuales, obteniendo así dificultades de inserción laboral.
La desnutrición en la región está muy ligada a la pobreza, y a condiciones socioeconómicas muy desiguales donde la concentración de la riqueza proveniente del gobierno nacional y regional favorece a un pequeño grupito de contratistas y proveedores, menos del 1%, que junto a las autoridades gobernantes se apropian de todo el dinero que llega para los más de 150 mil habitantes de la región, que se conforman con observar a los gobernantes comerse el presupuesto de todos.
La Fundación del Niño liquidó los programas de ayudas a familias en condiciones de riesgos y dedicó el dinero para impulsar al equipo de fútbol Tucanes de Amazonas, propiedad de la primera dama, Judith Campos de Guarulla, cuyo objetivo de creación fue permitir que el hijo de la pareja gobernante jugara fútbol profesional.
Por su parte el gobernador Liborio Guarulla planificó todo el presupuesto del año 2015 en la construcción de obras civiles, en razón de que el pequeño grupo de contratistas y proveedores reintegran 20 por ciento de soborno, oferta que no se cobraría si los recursos se destinarán a incrementar la siembra de productos agroalimentarios.
Se suma a este cuadro de calamidades el costo de alimentos que aquí se elevó tano que un kilogramo de carne llegó a 600, y un pollo se obtiene por 500 bolívares, en una región con alta incidencia indígena y elevada cifra de pobreza extrema, donde el desempleo ronda el 80%.
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
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Lea en este blog más artículos y los libros: La familia del Yaruro, Un grito en el sur y La Justicia de Justa