Los mismos que apoyan a Estados Unidos para asesinar venezolanos por hambre, ahora se conduelen
Es cierto que Nicolás Maduro y su tren ejecutivo conformado por los más connotados dirigentes de la oligarquía rojita, han sabido gobernar el país, a tal punto que ninguna de sus políticas públicas han generado repuntes positivos, y cuando el hambre azota al país por sus cuatro costados, estos oligarcas reducen Mercal y Pdval al mínimo, recortaron subsidios, aumentaron la gasolina, eliminaron importantes misiones y se dan banquetes destinando ocho mil millones de bolívares para complacer su grupito de contratistas y proveedores, dejando de lado los millones de venezolanos azotados por el hambre impuesta desde Estados Unidos.
Henry Ramos Allup y su grupo opositor están bien claros que el hambre es provocada por ellos mismos, cerrando empresas para echar a Maduro del poder. Los gringos aportaron mil millones de dólares a través de la USAID para comprar empresarios y provocar hambre conque liquidar los principios chavistas y evitar que se levante otro Hugo Chávez que le recorte más ganancias del negocio petrolero.
Todos los opositores, sin excepción, hablan de la crisis alimentaria, pero ninguno habla sobre el paro silencioso convocado el año pasado por la CTV, Fedecámaras, la Iglesia católica y la oligarquía agraria, llegado tan lejos su criminalidad, que extraen los pocos alimentos para llegar más rápido al poder y echarle manos al presupuesto nacional, amasar mayor volumen de fortuna, hacerse más ricos de lo que ya son, sin importar que millones de familias sean reducidos por hambre.
Muy alegre está la oposición por recibir apoyo de los presidentes más corruptos de América Latina, los mismos que saquearon sus países y sembraron mayor hambre de la que ya había, entre estos, el expresidente español José María Aznar y 23 exmandatarios latinoamericanos que suscribieron una declaración en la que resaltan la “ruptura del orden constitucional y democrático en Venezuela y la grave crisis económica, política y de gobernabilidad que atraviesa el país”.
Estos mismos presidentes, aliados de Estados Unidos y protestados en sus países por imponer recetas del Fondo Monetario Internacional, denuncian la “persecución política contra diputados de la Asamblea Nacional y destacados dirigentes de la oposición”, lo mismos que ellos hicieron con quienes los adversaban, pero jamás el Sistema Interamericano de Derechos Humanos investigó estas cruentas violaciones de derechos humanos, ni la creación del paramilitarismo en Colombia.
Observe amigo lector los que denuncian las continuas violaciones de principios fundamentales del Estado de derecho y de la democracia: Argentina, Fernando de la Rúa; de Bolivia, Jorge Quiroga; de Chile, Sebastián Piñera y Ricardo Lagos; de Colombia, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Belisario Betancur y César Gaviria; de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, Rafael Ángel Calderón, Laura Chinchilla, Óscar Arias y Luis Alberto Monge; de Ecuador, Sixto Durán Ballén, Lucio Gutiérrez y Jamil Mahuad; de El Salvador, Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol; de México, Vicente Fox; de Panamá, Mireya Moscoso; de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy; de Perú, Alejandro Toledo; y de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, además de Aznar.
Es tanto el cinismo que los agresores le están diciendo al mundo que quien tiene el poder está facultado para quedar en la impunidad por los crímenes cometidos con saña, cinismo, crueldad, impudicia, alevosía y premeditación. Son miles los asesinados con bombas y metrallas, que volaron en pedazos a seres humanos, sin embargo este grupo de agresores no condenan al autor material de estos hechos, Estados Unidos, sino a un país que ellos mismos están matando de hambre para apropiarse de los recursos mineros, forestales y petroleros.
Venezuela es de Jesucristo
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319
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