Los gringos con las manos hasta los codos en crisis venezolana
El paro industrial que mantiene el sector empresarial con el propósito de echar a Nicolás Maduro del poder, viene causando efectos desbastadores con un crecimiento alarmante de la extrema pobreza en la región sur, la más pobre del país por su alta incidencia indígena. Hay que hacer proezas para conseguir arroz, azúcar o espagueti, cuyos precios por kilogramos van desde los quinientos hasta mil doscientos bolívares. La escasez responde, según los empresarios, a la entrega retardada de divisas y a la falta de repuestos para maquinarias, pero contrariamente la producción de cerveza, ron y refrescos se incrementó en más del cincuenta por ciento, lo que desmonta la mentira de unos empresarios que reciben pagos en dólares para cerrar sus empresas hasta que Maduro salga con sus maletas en hombros.
La posición gringa no tiene sentido, pues, bastaría conversar con Maduro y parte de la oligarquía rojita para que el negocio petrolero regrese en su totalidad a manos de las familias petroleras más poderosas del planeta, en razón de que los principios revolucionarios eran de Hugo Chávez, quien siempre se pronunciaba en contra de la devaluación por ser un instrumento económico que favorece las clases más altas y lanza a la extrema pobreza a los más vulnerables. Sin embargo, Maduro emitió su primer decreto de devaluación cinco días después de muerto Hugo Rafael, justo cuando el pueblo lloraba su líder, para evitar reacciones adversas. Luego recortó los subsidios a los más pobres, liquidó varias misiones, la inflación se disparó y finalmente incrementó la gasolina, solo falta suscribir la Carta de Intención con el FMI para hacer exactamente lo mismo que Carlos Andrés Pérez, a quien también acusaban de colombiano. Recuerde amigo lector, que esas son las recetas del FMI aplicadas por CAP meses antes del caracazo.
La oligarquía rojita pronuncia duros discursos contra el neoliberalismo y el capitalismo salvaje, pero mantienen su grupito de contratistas y proveedores de maletín, se embolsillaron 25 mil millones de dólares de CADIVI, liquidaron el dinero de la agricultura y son expertos cobrando sobornos en bolívares y en dólares. Un coronel cobraba 50 mil dólares de soborno para certificar permisos de compras en el exterior, y una exministro alquiló un lujoso restaurant en Grecia para celebrar el cumpleaños de su ahijado. Intentó pagar con su tarjeta American Express, pero no pudo por estar bloqueada, fue necesaria la intervención de un empresario venezolano. Ella también habla contra el capitalismo salvaje.
De continuar maduro con sus oídos tapados para no escuchar el clamor popular sobre conciliación con empresarios o reabrir con sindicalistas y empleados despedidos a la fuerza las empresas cerradas, entonces la oposición podría llegar al poder, pero no espere nada nuevo, pues se trata de la misma oligarquía adecocopeyana de siempre, así cambien de discurso. Llegaron a la Asamblea Nacional varios empresarios, gobernadores y alcaldes, especialistas en cobrar 20% a contratistas y proveedores para enriquecerse ellos y sus familiares. Ahora, andan acelerados para echarle manos al presupuesto nacional y continuar haciendo lo mismo. El más célebre de los legisladores opositores es el flamante Dr. Henry Ramos Allup, quien airadamente regaño a Liborio Guarulla con términos humillantes para que cancelara cuanto antes, a su grupito de contratistas, las obras ejecutadas con el dinero de los indígenas de Amazonas. Esto supone que así lo hace con el resto de gobernaciones y alcaldías opositoras.
El empeño de los gringos no es para que la oposición mejore las condiciones económicas del país, pues jamás lo harán, no tienen proyecto de país, sencillamente lo hacen para intentar liquidar las ideas revolucionarias de Hugo Rafael Chávez Frías, que de paso, nunca las borrarán, otro líder como aquel podría surgir frente al engaño de estas oligarquías, cuyos principios no van más allá de hacer dinero fácil vía corrupción administrativa, colocarse a la fuerza una camisa roja o blanca para engañar a electores venezolanos.
El demonio de avaricia lleva al hombre a perder su dignidad y a amasar la mayor cantidad de dinero en perjuicio de los más pobres, a exhibir pomposas riquezas, mientras el hambre asesina mujeres hombres y niños. De la justicia de los hombres escaparán, pero no de la justicia de Dios que no da por inocente al culpable.
Venezuela es de Jesucristo
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319
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