Las armas entregadas por el pueblo a los cuerpos de seguridad, disparan contra nosotros mismos
Secuestros, sicariatos y atracos a mano armada se vienen cometiendo con las armas que el pueblo entregó a los cuerpos de seguridad para la custodia de nosotros mismos.
Los cuerpos policiales y efectivos de la guardia nacional vienen facilitándole el trabajo a una desbordante delincuencia que rebasó el control de los cuerpos de seguridad, cuyos miembros son especialistas en sembrar droga, armas con negros antecedentes y mercancía robada a personas que se resistan a sus envestidas o sencillamente por encargo. Así la justicia es del más poderoso o del que mayor dinero tiene.
En otros casos los mismos efectivos desvestidos de sus uniformes, van a la calle en búsqueda de alguien para despojarlo de sus pertenecías a punta de revolver o pistola. También forman parte de escuadrones motorizados para asaltar residencias o arrancarle sus bienes al común transeúnte.
Muchos de estos efectivos se amparan detrás de los bajos salarios que les limita mejorar su calidad de vida, teniendo que alquilar sus armas por hora, incrementando el nivel de inseguridad en el país, y haciéndose cómplice, al ser uno más, de esa misma delincuencia.
En los comandos policiales se incumplen medidas de control y prohibición para que funcionarios policiales y militares fuera de servicio, porten y utilicen armas que se llevan a sus residencias.
Agentes perversos que no reparan para ofrecer sus herramientas de trabajo en alquiler a organizaciones criminales o individualmente, a quien mejor pague. Lo hacen en sus tiempos libres o aún estando en la prestación del servicio.
Esta realidad refleja la inseguridad ciudadana que a diario ataca a venezolanos inocentes que pierden sus vidas desconociendo que el impuesto que pagaron, se utilizó contra ellos mismos.
Diariamente se reportan como perdidas, extraviadas o robadas armas de fuego que van a parar a las manos del hampa.
Un alto oficial que exigió reservar su identidad, reconoce que el flujo de armas de fuego hacia el delito, bajo la modalidad de alquiler, es un problema relacionado con el alto índice de corrupción que ha socavado los cimientos de los cuerpos policiales y militares.
Refiere, que “esto se facilita por la ausencia de controles en las oficinas de armamentos y municiones de las diferentes dependencias policiales”.
Además precisa que “hay otra modalidad mediante la cual las pistolas o revólveres de los policías y militares llegan a manos de criminales. Es a través de un mercado negro, luego de que los perversos custodios denuncian la pérdida o robo de las armas”.
“Las excusas que suelen dar para justificar que perdieron sus armas, resultan increíbles, como el hecho de que las dejan olvidadas en taxis”.
Informó que muchas de las armas de fuego incautadas regresan a manos de la delincuencia, aunque reveló, que está demostrado que la mayor fuente proveedora de armas a la delincuencia, es el mercado legal.
Añadió el comercio ilícito que realizan contrabandista desde Colombia, el paramilitarismo y otros grupos irregulares que también provén armas a delincuentes para asesinar miembros de grupos contrarios.
“Esta realidad exige al Estado tomar medidas para ejercer con mayor eficacia la regulación y control de armas de fuego de uso civil”, afirmó.
Advirtió que “hay que limitar a los funcionarios en el uso y empleo de las armas, durante el tiempo en que se encuentren fuera de servicio, obligándolos a dejar el arma de reglamento en el comando”.
Dice Cristo en su palabra: vosotros estabais muertos en vuestros delitos y pecados, siguiendo los deseos de nuestra carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319
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Lea en este blog más artículos y los libros: La familia del Yaruro, Un grito en el sur y La Justicia de Justa