Jorge Urosa Savino: Cardenal o buitre hambriento

11.04.2016 11:20

Mientras aumenta la pobreza en Venezuela y la escasez alimentaria hace estragos entre los más deprimidas, la Iglesia Católica no calma su sed de dinero privatizando servicios públicos y vendiendo donaciones que recibe, a pesar de que el Estado venezolano le inyecta subvenciones directas y la exceptúa de tributos, al entregarle cantidades de dinero que supone más del 1% del Producto Interior Bruto. 

La millonaria iglesia católica venezolana, no ha sufrido los efectos de la crisis y en medio de un 80% de venezolanos pobres, disfruta de un verdadero paraíso fiscal, al estar libre de pagar impuestos. La inmensa mayoría de bienes otorgados por el gobierno nacional y de sus cuentas, se manejan de forma oscura, ya que no declaran ni rinden cuenta del uso y destino de esa millonaria fortuna, situación ilegítima, injusta y presuntamente ilegal, que ocurre con la complicidad y asentimiento de los poderes públicos.

Los miles de millones de bolívares que cada año el Estado ingresa a la Iglesia católica para financiar el culto, el clero y el proselitismo religioso de la Conferencia Episcopal, se suman los que ingresan por vía de fines sociales a diversas ONG y Fundaciones que pertenecen a la Iglesia católica. Esas cantidades llegan por diversas vías ministeriales,  fórmula esta que privatiza y precariza de forma encubierta, servicios que deberían ser públicos.

Cada año se aumentan las partidas destinadas al financiamiento de la Conferencia Episcopal, adquiriéndose nuevos compromisos por parte del Estado, permitiéndole a la iglesia católica apropiarse de una buena parte del patrimonio que posee, por vías ilegítimas e ilegales, con el consentimiento o la complicidad del Estado.

A través de instituciones, como: diócesis, parroquias, órdenes y congregaciones religiosas, asociaciones, ONGS, fundaciones, universidades, liceos, escuelas básicas, preescolares y otros centros de enseñanza donde cobran mensualidades disfrazadas de colaboración, conforma un enorme patrimonio, consistente en bienes mobiliarios e inmobiliarios, a los que se suma lugares de culto, pisos y locales, muchos de ellos vacíos, ocupados o alquilados a terceros, por los cuales no pagan impuestos, ni son declarados como negocio.

Son propietarios de terrenos habitables en importantes ciudades y municipios del Estado. Posee miles de hectáreas en tierras agrícolas, muchas de ellas tierras muertas y sin uso. Posee innumerables obras de arte, participaciones en bolsa, depósitos, letras del tesoro, capital en fundaciones. Aunque las instituciones tengan autonomía jurídica y administrativa, no dejan de formar parte de la misma organización eclesial, cuya dependencia de la Santa Sede es absoluta.
Posee innumerables empresas mediáticas y de comunicación social, así como del mundo editorial. Es partícipe, además, de acciones en multitud de grupos empresariales de diversos ámbitos.

Sin embargo el hambre de dinero del opositor Monseñor Urosa Savino no termina por llegar a su fin, apoya las maniobras de Estados Unidos contra más del 80 % de venezolanos pobres, al pretender apropiarse del negocio petrolero y derogar la Ley de Hidrocarburos. Por esta vía eliminarán de cuajo las misiones sociales, y la oligarquía venezolana, a la que él pertenece, se harán más ricos.

El evangelio de Cristo es gratuito. Cristo no le cobró dinero a nadie, pero no el evangelio de Urosa Savino que cuesta millones de bolívares arrancado de la comida de los más pobres.

 

 

Venezuela es de Jesucristo

 

Andrés García Bolívar

Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319

Andresgarbo3510@gmail.com
Andresgarbo@hotmail.com

 

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