Henry Ramos Allup y oposición parlamentaria se oponen a compra de alimentos para los más pobres
El contratistas Henry Ramos Allup, quien tiene dinero a manos llenas, y el resto del bloque parlamentario opositor, antes de buscar conciliar con el presidente Nicolás Maduro para acelerar la importación de alimentos conque enfrentar la crisis que mantiene a millones de familias aguatando hambre, en abierto apoyo al paro empresarial convocado por ellos mismos, y a las trasnacionales petroleras, se opusieron a la propuesta presidencial de activar el Decreto de Emergencia Económica para utilizar recursos en compra de alimentos. El Estado de Excepción facilitará trámites en la aprobación de recursos adicionales para el abastecimiento de bienes de primera necesidad.
La posición asumida por el bloque opositor deja claro al país y a sus seguidores que allí no existen la menor intención de resolver la crisis económica que ellos provocaron, con un paro iniciado en enero del 2015, convocado silenciosamente por la CTV, Fedecámaras, la oligarquía agraria y la Iglesia Católica, antes, socavadamente endurecen su posición cerrando las pocas empresas que aún mantienen sus operaciones, bajo el objetivo de ahogar por hambre un país para provocar revueltas populares y echar a Nicolás Maduro del poder, borrando además, los principios chavistas que se mantiene tan vivos como ayer.
Su argumento para desaprobar el Decreto de Emergencia Económica, es que viola varias normas constitucionales y legales, mascara tras la cual se esconde la verdadera razón impuesta por Estados Unidos, que a través de la USAID dispuso de mil millones de dólares para financiar una oposición que cumple al pie de la letra las órdenes del premio nobel de la paz, Barack Obama, quitando el pan de la boca a millones de niños, cuyas madres no encuentran leche ni azúcar para preparar teteros y otros alimentos.
A estos parlamentarios, dinero no les hace falta para enfrentar crisis como esta o incluso, una de mayor envergadura, son contratistas y proveedores de gobernaciones y alcaldías opositoras, pueden comprar azúcar, arroz, harina precocida y espagueti, a diez mil bolívares por kilogramo, los comprarán sin aguárseles el ojo, pero para usted y yo amigo lector, a doscientos bolívares esta caro, y a mil ochocientos como ya los venden en el sur del país, se nos hace impagables, obligándonos a poyar cualquier medida que signifique comprar alimentos para bajar precios.
No son diferentes las cosas con los diputados del Bloque de la Patria, tienen tanto dinero como ellos, más los que le falta por amontonar, pero es el momento de ponerse la mano en el corazón y ver el sufrimiento de quienes sufragaron por ellos, de los que se acuerdan cada proceso electoral, el país pobre que en estos momentos aguanta hambre pareja. Eso obliga a buscar salida urgente para importar alimentos y evitar que sigan muriendo de hambre indígenas y campesinos. Comprender que mayor peso tiene la escasez de comida que asesina a millones de familias sin patria, que la avaricia con que estos opositores llenaron sus corazones para echarle mano al presupuesto nacional y hacerse de la mayor cantidad de dinero posible, porque proyecto de país allí no hay, salvo la abierta intención de derogar la Ley de Hidrocarburos para complacer el apetito de riqueza de las transnacionales petroleras.
No es que Nicolás Maduro es tan bueno como parece, porque en medio de esta fuerte crisis alimentaria redujo al mínimo Mercal y Pdval, recortó subsidios a los más pobres y entregó ocho millardos de bolívares para goce y disfrute de contratistas y proveedores, medida con la que incluso, beneficia los diputados opositores, como al mismo Henry Ramos Allup con contratistas regados en gobernaciones y alcaldías opositoras para aumentar su riqueza que aún no termina por llenarle el ojo, pero es el momento de apoyar a Maduro para que traiga los volúmenes de comida necesaria para alimentarnos a los más pobres.
Venezuela es de Jesucristo
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
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