Hambruna arremete contra venezolanos pobres

24.07.2015 07:34

La preocupante crisis alimentaria que se apoderó del país, ha cobrado fuerza en productos básicos con precios tan elevados, que son inaccesibles para millares de familias empobrecidas por el desbastador efecto de una crisis, cuya salida no se observa a corto plazo. La dramática situación hizo desaparecer de anaqueles productos esenciales como: Harina precocida, azúcar, arroz, espagueti, leche, aceite, detergentes y otros productos que superaron veinticinco veces sus costos en dos años y medio de gobierno de Nicolás Maduro.

En el último año de Hugo Chávez estos productos mantenían precios próximos a los cuatro bolívares, y ahora, superan los cien bolívares, provocando divorcios, homicidios y suicidios, y es una de las causas que está generando un crecimiento alarmante de la delincuencia.

El descalabro económico se inició cinco días después de la muerte de Hugo Chávez con una primera devaluación decretada por el actual Presidente, que dio rienda suelta a una voraz especulación, acompañada de acaparamiento auspiciado por empresas productoras de alimentos, con el propósito de echar del palacio a Nicolás Maduro, sumándose  la avaricia de generales y ejecutivos del gobierno nacional que han sacado gigantesco provecho ante los débiles controles, falta de autoridad y galopante corrupción administrativa, liderada por un sector militar dueño absoluto de importantes cargos en la administración nacional.

Sometieron a Nicolás Maduro para incrementarse el salario a niveles astronómicos, se adjudican los vehículos que producen las empresas del gobierno, se apropiaron de la importación de línea blanca que luego venden a precios especulativos, pero como traición se paga con traición, juegan con sectores de la oposición para echar al Presidente por vía de golpe de estado, como recientemente desmontaron una de estas intentonas.

Chavismo y oposición son copia fiel y exacta. Manejan ministerios, gobernaciones, alcaldías, institutos públicos y mantienen una Asamblea Nacional repleta de proveedores y contratistas que se halan los cabellos, pero ni con el pétalo de una rosa tocan el formato económico que les permite disfrutar el paraíso fiscal que vienen amontonando. A los más pobres nos marean con un supuesto socialismo y un discurso antigringo bien planificado para distraer un pueblo doblegado por hambre. Estamos viviendo el más rancio y cruel capitalismo salvaje en el que los más ricos amasan dinero a manos llenas. Ellos únicamente socializan la política, pero no el capital, eso es de su exclusiva posesión.

Si algún partido está en este momento de espalda al pueblo, es precisamente el PSUV. Mantiene el control del gobierno, pero en nada le importa la crisis que matará gente por hambre y solo se preocupan por apropiarse del dinero de las instituciones. Amigo lector, el chavismo mantiene veinte gobernaciones y centenares de alcaldías, y observe que todos esos gobernadores, ministros, alcaldes y directores nacionales, están rodeados de contratistas y proveedores haciéndose ricos ellos y sus familiares, tal como lo hace la oposición con sus gobernaciones y alcaldías.

El país no tiene plan nacional agrícola, y observe que ninguna de esas gobernaciones impulsa proyectos de desarrollo agropecuario. Los mandatos no van más allá de construcción de obras civiles para cobrar veinte por ciento de comisión. 

Desde mi modesta posición de  indio, veguero, pobre y campesino, invito a una cruzada por internet para que el presidente Nicolás Maduro abra una página y permita que el soberano, del que tanto se ufana, denuncie la corrupción militar, civil y un Poder Judicial participante de estos hechos.  Nosotros denunciaremos con pruebas en manos, y a él, que emprendió una lucha contra la corrupción y se le otorgó una Ley Habilitante, corresponderá dar repuesta. Hasta ahora está perdiendo con Barack Obama, que sin lucha contra la corrupción y sin Ley Habilítate publicó una lista de venezolanos corruptos.

Este país es tan suyo como nuestro. Juntos podemos limpiarlo y lograr desarticular leyes promulgadas para avalar corrupción. Observe gobernantes que ayer eran pobres y hoy  millonarios, pero inocentes frente a la Ley. De no unirnos, nos comeremos unos con otros, y aunque los ricos del gobierno y la oposición la nieguen, la hambruna es una realidad.

 

Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 0416106l7319
andresgarbo3510@gmail.com
andresgarbo@hotmail.com

 

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