El PSUV requiere urgente reforma nacional y regional o la corrupción lo aplastará

18.02.2015 11:53

La corrupción siempre ha sido un acuerdo social o pacto de participación y retribución de beneficios, entre grupos gobernantes que se ocultan detrás de la solidaridad automática, propia de organizaciones delictivas.

Acción Democrática en sus comienzos fue una tendencia de izquierda y antiimperialista, dirigida por Leonardo Ruiz Pineda, Simón Sáez Mérida Domingo Alberto Rangel y otros que comprendieron la degradación política en su momento. Una vez en el gobierno, sus principales líderes emprendieron un proceso anticorrupción que no pudieron consolidar, y terminaron sepultados y penetrados por grupos y personalidades atornilladas a la cúpula del partido y del poder, que desviaron la lucha hacia la búsqueda de beneficios económicos, amasando gruesas fortunas que convirtieron aquella poderosa organización política, en un partido indolente, incapaz y sin rumbo ideológico.

Esos grupos o personas se imponían a dedo o por elecciones nacionales, cuyos candidatos siempre fueron ellos mismos. Salían y regresaban a nuevos cargos, como los recientes enroques realizados por el presidente Nicolás Maduro.

Combatir la corrupción es tarea difícil, pero hay que hacerlo, necesitándose voluta política y un liderazgo con credibilidad, ética y capaz de dar el ejemplo para convencer a un país con incertidumbre sobre el actual liderazgo, demostrada con la elección del actual Presidente que agarrado de la alta popularidad y credibilidad de Hugo Chávez, ganó con una pírrica victoria, que dos años después, de no renovarse, podría conducir lo poco que queda del proceso chavista, a una muerte por aplastamiento electoral.

Nicolás Maduro ha convocado una cruzada contra este flagelo, pero sus anuncios no han avanzado más allá de meras palabras. Ha dicho: “seamos como Hugo Chávez para luchar contra la corrupción, en su honestidad absoluta y en su amor por la patria”, pero no ha dicho cómo y por dónde se iniciará esta lucha que requiere con urgencia la depuración del poder judicial y de las cúpulas nacionales y regionales del PSUV, imbuidos en corrupción hasta los tuétanos.

Hasta ahora solo ha hecho enroques que muy pocos beneficios políticos generarán. El juicio debe comenzar por casa, con una investigando rigurosa puertas adentro para depurar un liderazgo que viene aplicando la solidaridad automática para esconder hechos notables de dominio público que han quedado impune y se han convertido en estimulante de nuevos delitos. Los chavistas acusados se libran de los procesos de investigación recusando a la contraparte de adeco, antichavista o enemigo del proceso. Así han concluido varios escándalos que acapararon la atención nacional en su momento.

Hay voces críticas del chavismo que han metido el dedo donde más duele a la revolución bolivariana, preocupados por tantas irregularidades, como la extinta Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) en el manejo de los fondos del país, denunciando la asignación de dólares a empresas de maletín que cargaron con los dólares que requieren los hospitales, el agro y la producción de bienes y servicios, así como lo relacionado con la lista de las empresas que se beneficiaron con la entrega de los dólares. 

La inquietud por las desviaciones de la revolución genera pánico en las bases del chavismo ante una posible derrota en el venidero proceso electoral.

Uno de los casos relevantes fueron las denuncias formuladas por el profesor Jorge Giordani, frente a las cuales, la Coordinadora Simón Bolívar -colectivo establecido en la parroquia 23 de Enero de Caracas- divulgó un comunicado en el que lamentó "el triste papel que han desempeñado muchos de los funcionarios del Gobierno que se han visto sumergidos en corrupción".
"Por qué antes de atacar y etiquetar como traidor a un hombre por hacer, a destiempo o no, lo que le dicta su conciencia, no exigen al Gobierno que deje de proteger a quienes estafaron al país a través de Cadivi con empresas de maletín y funcionarios corruptos. ¿No será el mismo 'a destiempo' con el que harán pública dicha lista, con todo el retraso en materia judicial, dando el tiempo suficiente para que huyan o maquillen las pruebas, salvándoles el pellejo a los más cercanos al Alto Gobierno?".

El 8 de octubre Maduro acudió a la AN para solicitar poderes especiales. El Jefe de Estado justificó la petición como parte de su lucha contra la corrupción que amenaza la estabilidad del Estado venezolano.

Condenando los hechos de Cadivi, Maduro advirtió: "Si la corrupción sigue reproduciéndose y perpetuando su lógica capitalista, aquí no habrá socialismo". A más de un año después de aquel discurso, las acusaciones de corrupción estremecen a la revolución chavista, pero todo continúa como antes, una corrupción desbordante con delitos, pero sin delincuentes.

Toca a la misma directiva nacional del PSUV dar repuesta sobre estas acusaciones y la lucha contra la corrupción emprendida por Nicolás Maduro, de la que sólo se ha escuchado su anunció, pero no se ha visto los hechos. También el país puede exigir repuesta sobre estas denuncias, en las que seguramente hay altos dirigentes del chavismo metidos hasta los codos.

Al PSUV se le aplica la palabra de Cristo: “El que de vosotros esté sin pecados sea el primero en arrojar la piedra contra ella”.

 

Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319
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