Desbordada corrupción administrativa hunde al chavismo
Los dirigentes campesino e indígenas están claros que si el PSUV no adelanta una reforma estructural puertas adentro, para poner freno a la desbordante corrupción administrativa en la que se encuentra implicados ministros, gobernadores, alcaldes, diputados y los presidentes de instituciones autónomas, se podría perder la Asamblea Nacional y la dirigencia de base será testigo como desapareceserán las misiones y el resto de los programas sociales que puso en marcha el presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
El presidente Chávez fue duro contra la oligarquía criolla, pero ahora los oligarcas salieron de nosotros mismos con lujosos carros, hermosas quintas, empresas, cuentas repletas de dinero y son dirigentes del PSUV, haciéndose muy difícil removerlos. Allí ya es real la solidaridad automática propia de AD y Copei. El que denuncie a estos “camaradas o compatriotas”, lo califican de cuartarepublicano o enemigo del proceso, pero jamás se le dará la razón, aunque la tenga.
Las cúpulas nacionales y regionales del PSUV son ministros, alcaldes, gobernadores y otros, con importantes cargos en el gobierno nacional, pero todos hacen exactamente lo mismo que la oposición, están rodeados de un pequeño grupito de contratistas y proveedores repartiéndose el dinero que por vía de renta petrolera llega para todos los venezolanos. A los pobres de la base nos toca verlos a embolsillarse la plata de todos. Nos marean con más socialismo, revolución y otros términos detrás de los que se esconden para cargar con una riqueza de la que podemos comer todos los pobres de este país.
Eso fue lo que hizo durante 40 años la dirigencia adecocopeyana. Se adueñaban de los cargos. Se atornillaban en las cúpulas de los partidos. Eran los únicos candidatos a cargos de cuerpos deliberantes y el resto de los venezolanos les tocaba vestirse las franelas, aguantar hambre y hacer campañas, a lo sumo, los empleaban en el Plan Hayaquero. Nos engañaban hablándonos de democracia.
Ahora ocurre lo mismo. Los créditos de la Misión Agropatria, Fondas y el Ministerio, fueron otorgados a personas muertas y los “vivos quedamos como la guayabera. La gran mayoría de los venezolanos, conoce que el Presidente Chávez creó la Misión con las mejores intenciones, pero los que tuvieron la responsabilidad de manejar los recursos planificaron en función de apropiarse del dinero por cualquier vía.
Los censos de productores agrícolas los hicieron en la Plaza Bolívar, inscribiendo taxistas, motorizados, albañiles, buhoneros y peluqueras que se registraban con la cédula de identidad y fueron los beneficiarios. La gran mayoría de los productores quedó por fuera y a los pocos que le dieron, se los entregaron tarde, jugando al fracaso de la Misión. A los que de verdad siembran, no les tocó nada. Sacaron cualquier cantidad de cheques, pero se desconoce a quien se lo entregaron.
El Presidente de la República, Nicolás Maduro, instó a los ministros para Agricultura y Tierras, Yván Gil, y de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, a investigar y capturar a quienes cobran a los campesinos por acceder a créditos, sin embargo, en Amazonas el dinero que llegó vía Fondas para los agricultores desapareció sin saber dónde lo invirtieron porque la producción agrícola mermó y los costos de los alimentos se elevaron a precios inaccesible para los sectores populares.
Se acordaron con operadores políticos y falsos finqueros, a quienes entregaron el dinero de Agropatria y Fondas, reintegraban hasta el 50% del crédito con el que los directores hicieron su agosto.
Aquí, 300 consejos comunales fueron estafados por la directiva del PSUV, muchas denuncias llegaron al Ministerio Público hace más de cinco años y aún se desconoce las actuaciones.
Las alcaldías chavistas se convirtieron en la caja chica de esta directiva, con casos relevantes como la compra de cinco autobuses para la Alcaldía de Manapiare que nunca llegaron. Una gándola de pollo de Mercal vendida al abasto de un chino. La construcción de la Plaza Bolívar de la Esmeralda y un galpón cobrados en su totalidad y ni siquiera colocaron un bloque. Diez toneladas de pollo de Mercal fueron vendidos en un abasto. Ha pasado más de un año y no hay culpable. Y así, diferentes casos propiciados por la directiva regional del PSUV y los premian ratificándolos en direcciones y otros cargos. Todos ellos fueron destituidos por Liborio Guarulla por encontrarlos implicados en sonados casos de corrupción administrativa.
Eso es lo mismo que aquí hace su anterior jefe Liborio Guarulla. El dinero de la planta procesadora de cacao desapreció. La fábrica de guantes de látex tomo el mismo rumbo. Una planta eléctrica comprada en dos mil millones de bolívares para San Fernando de Atabapo, nunca funcionó. Sus directores son contratistas y proveedores y llevan años a su lado, no porque sean muy buenos, sino porque hacen lo mismo que el jefe. En la alcaldía de Atures designó directores, contratistas y proveedores y maneja a placer el presupuesto, entonces, ¿cuál es la diferencia entre este chavismo y la oposición?
Sólo usted y yo, amigo lector, que seguimos creyendo en las políticas sociales ideadas por Hugo Chávez, estamos obligados a defender su enseñanza. Los pobres con el paquete de misiones que dejó, también podemos seguir comiendo de la renta petrolera.
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
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Lea en este blog más artículos y los libros: La familia del Yaruro, Un grito en el sur y La Justicia de Justa.