Con falso evangelio curas, evangélicos y otros grupos comercializan a Cristo.

08.08.2016 13:15

 

La palabra de Cristo hoy es un producto comercial muy interesante para que unos carguen con el dinero de otros. Es un negocio como cualquier casa comercial, salvo que se llaman iglesias, donde cobran dinero a nombre de Cristo, bajo la figura de: diezmos, primicias, ofrendas y otras actividades económicas, supuestamente para la obra de Dios, cuando el evangelio es gratuito 1Co 9:18, Ap 21:6, 22: 17 y He 13:10.

Los curas a nombre de Cristo se apropian y privatizan establecimientos universitarios, escuelas, dispensarios, hospitales y otras instituciones construidas por el gobierno nacional con dinero de todos los venezolanos, es decir, delito de peculado de uso que cometen ante la mirada de todos.

El gobierno nacional, además de construir las edificaciones paga todo el personal que allí trabaja, les asigna recursos para el mantenimiento de la infraestructura y les inyecta dinero a través de la Asociación Venezolana de Educación Católica AVEC, y otras fundaciones de las que no rinden cuenta, como tampoco rinden cuenta de las mensualidades que cobran disfrazadas de colaboración.   

El dinero que reciben como ayuda internacional para asistir comunidades indígenas y campesinas desaparece en el camino, como es el caso de Amazonas, donde 980.000 euros desaparecieron y los proyectos aprobados por la UNICEF tampoco llegaron a su destino, es decir, indígenas y campesinos son una carnada para pescar riqueza. La comunidad de Santa Fe la abandonaron y las monjas se llevaron todo lo que habían conseguido a nombre de los Panares. Cargaron hasta con puertas y ventanas, convirtiendo en rancho una hermosa edificación. En Amazonas hay decenas de edificaciones nuevas abandonadas. Son tan mezquinos, que prefieren botarlas que entregárselas a las comunidades.   

Las escuelas más hermosas construidas por el gobierno nacional en Puerto Ayacucho son propiedad de las monjas. Cobran a placer, tiene lujosos vehículos con choferes, venden las donaciones que reciben para “los pobres indiecitos” y protestan al presidente. Aquí chavismo y oposición son miembros del Vicariato, del que ningún pobre come, sólo regalan bendiciones y agua bendita con lo que no se va al mercado.

La Conferencia Episcopal Venezolana enfrentó al presidente Chávez, pero no en defensa de los pobres, sino en defensa de los intereses de Estados Unidos.       

Por su parte las iglesias evangélicas aterrorizan a las congregaciones cobrando diezmo, primicia y ofrendas. Cierto fue,  que en el Antiguo Testamento, en Malaquías, se estableció el pago de diezmos, Cap. 3:10, pero no había venido Jesucristo, quien no solo eliminó la entrada de dinero en el templo, sino que con un azote de cuerdas echó a vendedores y compradores, dejando un evangelio gratuito y poderoso.

Tan sencillo como lo estableció en 1Co 11.1 y Gálatas 5:1, somos imitadores de Pablo y de Cristo y, ambos, de nadie obtuvieron nada. Cristo no le cobró dinero a nadie, y si en verdad somos sus imitadores, no se debe cobrar nada, antes hay que cumplir con lo escrito: “da y se os dará”.

Jehová hizo el mundo (Gn 1:1-25) y, por último creó al hombre (Gn 1:26-27); no necesitó ni su ayuda ni su dinero para la gigantesca y hermosa obra de la creación, demostrando que tampoco necesita ayuda de hombre alguno para hacer su obra, porque su obra dada a los hombres, es tan sencilla, que sólo hay que creer en Jesucristo, como está escrito en Juan, Capitulo 6: 28-29.

Si Dios hizo el mundo con todo lo que existe, ¿Será difícil para Dios hacer una iglesia, que por muy grande que sea, su tamaño es ínfimo frente al universo?; seguro estoy que la hará sin que los hombres aporten dinero.

Dice la Palabra: “el que me ama a mí, ama mis mandamientos”. El país está repleto de iglesias que predican la Palabra, eso sí, bien claro con la posición de la Iglesia Católica, cuyo principal objetivo es desviar a los pueblos del recto camino colocando santos y vírgenes hechos con sus mismas manos, delante de su feligresía, para que los adoren, lo que contradice los mandamientos, como en Éxodo 20:4, “no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Y maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto”, sentencia en Deuteronomio 27:15. Así que bien lejos con estos demonios.

Ante esta posición, surge una interrogante, ¿Tenemos poder para hacer a nuestros padres, que nos hicieron a nosotros? O acaso, ¿Tenemos poder como el Espíritu Santo para dar dones?, porque dice la Palabra en Efesios 4:11, que “él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”. En 1Co 12:28 añade, los otros dones: los que hacen milagros, los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. Todos estos existen dentro del sacerdocio y ningún hombre está envestido de poder para darlos, sólo Cristo directamente.

Cuando en un templo, un hombre le impone las manos a otro y lo enviste de estos dones, el sacerdote es de ese hombre y no de Cristo, porque a los de Cristo, los designa él directamente. Los hombres inventaron dones como: coopastores, pastores de jóvenes, mujeres pastoras, mujeres evangelistas, ungieres, reverendo, salmistas, diezmistas, confraternidad de damas, presidenta de damas, directivas y otros más que no están en la Palabra, por tanto ningún valor tienen delante de Cristo, como tampoco, organizaciones nacionales como: Consejo Evangélico de Venezuela y otras.

Si creemos que Jesucristo no tiene poder para hacerlo directamente o si nos parece imposible, entonces en vano hemos creído, porque poder suficiente tiene para hacer esto y mucho más. Eso sí, sí creemos como dice la Escritura 1Co 15:1 al 4.

El Dr. Jaime Puertas, un jeque del falso evangelio, de quien respeto su sueño sobre las vestiduras de sus sacerdotes de la iglesia Luz del Mundo: camisa azul clarita, pantalón azul oscuro y corbata roja, y las mujeres velos rojos, eso no aparece en Las Escrituras, pero se está claro que los que obedecen al Dr. Jaime Puertas son sus sacerdotes, es decir, sacerdotes de Baal, y esa es su organización, para lo cual en Venezuela cuenta con más de tres mil iglesias que arrasan con el dinero de pobres y ricos apara amontonar en las cuentas de su organización. Él vive con su familia muy cómoda en Jerusalén, y una que otra vez viene de gira turística a Guanare en avión privado, recorre el país y carga con más dinero de gente pobre y humilde que son estafados a nombre de Cristo. Este jeque no calma su sed de dinero. Lo reciben con flores, caravanas y estruendosos equipos de sonidos. No ha leído Lucas 6:24-26

También lo hace Javier Bertucci, otro jeque del falso evangelio que a nombre de Cristo carga con el dinero de los más ricos. Allí hay que asistir bien vestido y con la paca de dinero en el bolsillo para que su Dios los bendiga. Lázaro (Lucas 16:2y3), jamás entraría a esta congregación, como tampoco podría escuchar los mensajes del canal televisivo Enlace, una poderosa transnacional privada que a nombre de Cristo mantiene sus cuentas repletas de dinero, con unas maratónicas donde se predica el más asqueroso y falso evangelio jamás predicado, lavando el cerebro de los más pobres para sembrales demonios de avaricia con testimonios satánicos, sobre riqueza repentina. En Enlace no se puede predicar Mateo 6:24,11:5,19:21,23y24, 1Co 9:18, Ap. 21:6, 22:17 y mucho menos He 13:10. Le aseguro amigo lector, que estas organizaciones por siempre demostrarán el poder del dinero, pero jamás podrán demostrar el poder del Dios Altísimo, que es gratuito, poderoso y fe que Cristo hará su obra. Las supuestas bendiciones con templos hermosos y hermanos millonarios, conquistado por cobro de diezmos primicias y ofrendas, es robo a la congregación y ninguno se presentará delante de Dios con lo robado en las manos Ez 33:14-16. Así se demuestra el poder del dinero, pero no el de Dios. Las bendiciones de Dios nos alcanzarán sin buscarlas, como se establece en Deuteronomio 28. No se puede amar a Dios y a las riquezas Lucas 16:13, porque raíz de todos los males es el amor al dinero 1Ti 6.10.

Todo pastor que predique evangelio cobrando diezmos, primicias, ofrendas y otras artimañas del diablo para hacerse de dinero, es sacerdote de Baal. Hebreros 13:10 explica muy claro: “nadie tiene derecho de agarrar la iglesia de Cristo para comer”.

Así también lo hacen otras organizaciones como: Movimiento Misionero Mundial, G12, Los Corintios, Impacto de Dios, Maranatha, Asamblea de Dios, Federación Hermosa, CEMIVE, Hermón, Nuevas Tribus, Unción de Dios, Príncipe de Paz, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y otras que como estas, tienen estatutos, directivas y hasta venden entradas para observar sus evangelistas.

Estas directivas se mueven en confortables autobuses, lujosos aviones privados y llegan a cómodas habitaciones de hoteles cinco estrellas, mientras las ovejas que sudan el lomo pagando diezmos, primicias y ofrendas, viven en ranchos, andan a pie y con el estómago vacío buscando cómo comer. Los pastores se comen las ovejas poniéndolas a vender empanadas, hayacas, vendimias y cualquier otra actividad comercial para la supuesta obra de Dios, quitándoles el pan de la boca a los hijos de estos hermanitos, cuando la verdad verdadera es que ese dinero va al bolsillo de ellos.

Cuando mueven a los hermanos para esos inventos que tampoco aparecen en la Palabra, que ellos llaman convenciones, encuentros, campañas o reuniones en pueblos lejanos, que no son otra cosa que meterse más dinero al bolsillo, lo hacen en buenos carros, llegan a buenos hoteles y andan bien comidos, en tanto las ovejas pagan su pasaje en chatarras de autobuses, casi uno encima del otro, duermen en pisos de escuelas y comen lo que pueden. Estos mercaderes del templo no han leído a Santiago Cap. 2: 1-13 donde recomienda no hacer excepción de personas.

Ahora Jesucristo, a quien tenemos que imitar, además de que no le cobró dinero a nadie, lo máximo en que anduvo fue en un burro y prestado, no era suyo (Mt 21:1-3). Dios quisiera y este evangelio desviado por avaricia, aprendiera esta lección del verdadero maestro cabeza del evangelio eterno.

Dios gobernaba directo sobre su pueblo cuando el juez era Samuel, pero pidieron rey y desecharon a Jehová; el rey comenzó a gobernar sobre el pueblo y Dios se apartó. Así ocurre con las directivas y los estatutos, gobiernan los hombres y Cristo se apartó 1Samuel Cap. 8.

El Dr. Jaime Puertas afirma en uno de sus libros que el bautismo no salva, afirmación que a ciegas, predica a los cuatro vientos su organización desplegada en todo el país por ser ese su evangelio y está en libertad de hacerlo, pero para Jesucristo el bautismo si salva, como lo establece en 1P 3:21.

Todos los que sirven al tabernáculo tienen que trabajar para no serle gravoso a nadie. Pablo trabajaba haciendo tiendas, y Jesucristo aún trabaja como está escrito en Juan 5:17. Pablo sentenció: “si alguno no quiere trabajar que tampoco coma” (2Ts 3:10, y 1Ts 2:9). Pregúntese usted a quien creer, si a aquellos que desviaron la iglesia para ir detrás de un Cristo pide plata, o al Cristo que se busca sin dinero, pero con fe, el mismo que dijo a los fariseos, “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Es cierto que a la Palabra ni se le añade, ni se le quita, como escrito está en Apocalipsis 22:18; ni se puede interpretar según se establece en primera de Pedro 1:20 y 21. Igual se sentencia, “no pienses más de lo que está escrito” en 1Co 4:6, pero en nombre de Cristo abrieron institutos bíblicos donde cobran elevadas mensualidades, aunque según estos versículos, violan la Palabra de Dios al enseñar hermenéutica o interpretación correcta de la Biblia, cuando la misma Palabra lo prohíbe, ¿Puede acaso un ser humano corregir, o añadir al pensamiento de Dios?. Se licencian en teología y hasta hacen doctorados, cuyos títulos, no están reconocidos por las autoridades de educación superior, es decir, otra mentira del diablo.

En Primera de Corintios 2:4 y 5, sentencia Pablo: “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”. En castellano quiere decir que todo el que predique el evangelio está obligado a demostrar el poder de Dios en él, no a decirnos que Cristo es poderoso, porque eso lo sabemos, sino a demostrar el poder de Cristo en él.

Ahora amigo lector, usted que busca a Cristo, lea las Sagradas Escrituras, Reina Valera, revisión de 1960, y cumpla lo que allí dice. No acepte lo que no esté escrito en la Palabra, porque Estados Unidos en su afán por controlar el poder mundial y mantener su hegemonía, lanzó al mundo emisoras, periódicos, revistas y canales de televisión financiados por la CIA, a quienes en nada importa el cumplimiento de la Palabra de Cristo, sino vender su filosofía sobre las bondades de ese país.

Hoy existe una gama de iglesias con diferentes nombres, diseñadas allá, para introducir su filosofía a través de supuestos ángeles, profetas y directivas de ese país, a quienes fabrican historias bíblicas a su medida, para enlazarlos con el pueblo de Israel, pero es falso, porque Dios no miente. En Isaías capítulo 2:3, está bien claro: “De Sion saldrá mi Ley y de Jerusalén la Palabra de Jehová”. La ley vino con Moisés y Cristo trajo la Palabra. De venir algún enviado de Dios, tiene que venir de Jerusalén. Cualquier postura distinta a esta, es falsa, como son las de: William Soto Santiago, José Luis Miranda, Elena White, mormón, José Smith; esto también vale para el Vaticano, cuyos Papas supuestos enviados de Dios como sus representantes en la tierra, no nacieron en Jerusalén.

La Palabra de Cristo tiene cumplimiento y establece en Lucas 13:33 “No es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén”, y todos estos ángeles y profetas norteamericanos han muerto en Estados Unidos, lo que demuestra que estas iglesias son falsas, como lo es la Iglesia Católica, cuyos papas mueren en el Vaticano.

También existe un mercado persa repleto de apóstoles, que no se mueve si no les pagan viáticos y demás gastos. Los apóstoles de Cristo andaban a pie y barcos, pero: resucitaban muertos, levantaban cojos,  mancos y ciegos. Pablo subió al tercer cielo (2Co 12:2), y le traían los paños y delantales de los enfermos y, donde estuvieran, se sanaban (Hch 19:12). Esteban, siendo diacono, vio a Cristo sentado a la diestra de Dios (Hch7:55). Dice Pablo en 2Co 12:12 “Con todo, las señales de apóstol han sido echas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros”, pero la clave estaba en que hacían algo diferente, no le cobraban nada a nadie, antes trabajan para compartir con los hermanos.

Hágase una pregunta, ¿Los apóstoles, evangelistas y ministros actuales, hacen lo mismo? El evangelio actual, es el mismo que aquellos hombres predicaron, porque así está escrito en Apocalipsis 14:6.

Así es que, si consultamos veremos que los líderes religiosos entrenados por la CIA de Estados Unidos, están en: los Testigos de Jehová, Iglesias Libres, Bautistas, Pentecostales, Adventistas, Mormones, Masones, Rosacruces, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Séptimo Día, Solo Jesús y otros grupos, cuyo único fin es agrupar a la mayor cantidad posible de gente, para que admiren, defiendan y obedezcan a sus santos gringos.

 

Andrés García Bolívar

Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”

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