Chavismo en terapia intensiva

24.11.2015 08:24
La preocupante corrupción administrativa, escases alimentaria y la falta de autoridad del presidente Nicolás Maduro sumergieron al chavismo en una profunda crisis política, que podría obtener resultados desfavorables en el venidero proceso electoral del 6D, dando al traste con los principios de equidad del expresidente Hugo Rafael Chávez Frías, y toda la responsabilidad recaería sobre una directiva nacional prepotente, corrompida hasta los tuétanos y que gobierna de espalda al bravío pueblo venezolano, que otorgó contundentes victorias a su fallecido líder.
 
Nicolás Maduro anunció emprender una fuerte lucha contra la corrupción administrativa, solicitó una Ley Habilitante para blindar su propuesta que no avanzó más allá de meras palabras, contrariamente la oligarquía roja rojita al lado de un militarismo descarado, se embolsillaron 25 mil millones de dólares de CADIVI, liquidaron el dinero de la agricultura, redujeron al mínimo el exitoso programa de MERCAL, y las comisiones en los ministerios y empresas del gobierno nacional, se pagan en dólares.
 
Ministros, gobernadores, alcaldes y directores de instituciones nacionales, que tanto hablan contra el capitalismo y neoliberalismo, se rodearon de contratistas y proveedores a quienes cobran 20 por ciento de comisiones, y el hambre se la dejaron a los más pobres, es decir, los mismos adecos y copeyanos vestidos de rojo rojito con la hipocresía de siempre. Lo amargo de todo esto, es que el soberano que creyó en este falso socialismo, regresará a los colmillos del lobo devorador y rapaz del FMI y Banco Mundial, si Nicolás Maduro no se ajusta los pantalones y liquida las directivas regionales y nacional del PSUV, y cambia de un plumazo el caduco formato económico impuesto por AD y COPEI consistente en contratistas y proveedores de maletín.
 
Un modelo tan corrompido que los contratistas calculan las obras con hasta trescientos y cuatrocientos por ciento de sobreprecio para pagar soborno, es decir, con una obra ejecutada por una empresa contratista, el gobierno por vía de Administración Directa, construye dos obras y media por el mismo monto.
 
Cancelan los pagos a los trabajadores rigiéndose por tabulaciones regionales, que pagan muy por debajo de la tabulación nacional, aunque la obra es calculada con pagos contenidos en la tabulación nacional. Esto permite apropiarse de parte del salario y prestaciones sociales de los trabajadores.
 
Ejecutan obras con materiales de segunda calidad, contraviniendo normas de construcción, pese a que la obra es calculada con materiales de primera calidad.
 
Los mimos sobreprecios con que los contratistas calculan las obras, son aplicados por los proveedores que suministran insumos a las instituciones regionales y nacionales. Las importaciones las realizan dolores preferenciales y venden sus productos en el país, a precio de dólar libre..
 
Este formato de gobierno basado en contratistas y proveedores de maletín, fue impuesto por AD y COPEI, propuesto por hombres llenos de avaricia para legalizar la corrupción. Ellos por siempre justificarán este modelo de gobierno. Jamás apoyarán forma alguna de gobierno que emprenda crecimiento económico desde abajo con masificación de los recursos.
 
Alcaldes, gobernadores, e instituciones del gobierno nacional, se rodearon de reducidos grupitos de contratistas y proveedores que inflan los precios de obras y compras, con costos por encima del trescientos por cientos.
 
Por esta vía se hacen ricos gobernantes, familiares y el pequeño entorno de contratistas y proveedores. Igual lo hacen los operadores políticos de las regiones, frente a un ochenta por ciento del país pobre que mira a sus gobernantes devorar el presupuesto con el que debemos comer todos.
 
Esto que ellos en su populismo hacen creer a los pobres que es participación popular, socialismo, democracia, revolución, chavismo o antichavismo, no es otra cosa que un engaño para complacer su propia avaricia. Es el mismo capitalismo criminal, o neoliberalismo con otro nombre. Son los mismos adecos y copeyanos de siempre.
 
Los únicos indicativos macroeconómicos que crecen con este modelo de economía, son: desempleo, inflación y pobreza. De no rectificar Nicolás Maduro, la oposición podría ganar, la corrupción continuará igual y el hambre y la desnutrición seguirán galopando a rienda suelta, atacando a los más pobres de este país.
 
Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
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