A cuchillo pelean candidaturas y reelecciones a diputados

17.04.2015 10:58

Los Diputados tienen como función primordial representar sus estados y al pueblo en el foro nacional, pero la decisión de llegar a la Asamblea la tiene el  pueblo en sus manos por ser dueño de la voluntad popular.

Muy poco son los que pueden justificarse con su pueblo por haberse esforzado para que la plenaria aprobara las iniciativas de sus regiones. Hicieron uso del consenso y el derecho de palabra al que los legisladores tienen acceso para elevar sus propuestas, en tanto los de Amazonas, no subieron ni una sola vez a la tribuna para presentar proyectos propios, brillando por su ineficacia e improductividad parlamentaria, que demuestra la nulidad de su trabajo legislativo, sirviendo únicamente para calentar sus curules, viajar a diferentes partes del país con viáticos pagos y cobrar un millonario salario, por aprobar uno de ellos las reformas impulsadas por el gobierno nacional, mientras los opositores, que aspiran reelegirse, Nirma Guarulla y Julio Igarza cobraron por rechazarlas.

En contraparte, otros diputaos consiguieron que sus iniciativas de reformas y de creación de leyes fueran aprobadas al lograr obtener consenso para insertarlas dentro de las propuestas nacionales.

Los parlamentarios están en el deber de informar sobre el ejercicio presupuestario para que sea transparente, aprobar leyes que cambien o modifiquen para bien el rumbo económico de la República, promover, fomentar y difundir la cultura de la transparencia en el ejercicio de la función pública y el acceso a la información y la participación ciudadana, así como la rendición de cuentas, a través del establecimiento de políticas públicas y mecanismos que garanticen la publicidad de información oportuna.

El país antes de observar posiciones ponderadas, sensatas y prudentes como las de los hermanos Escarrá, Irán Gaviria y otros de refinado hablar, ha sido obligado por los partidos políticos a presenciar el uso del poder público por grupos de poder como instrumento de bajeza, apetito de mando y de riqueza por legisladores sin sabiduría, que lanzan agresivas acusaciones para justificar los beneficios que reciben en compras, contratos y ventajas que otorga el cargo. Muy poco les preocupa los problemas sociales y económicos de sus regiones. Otros en obediencia y lealtad a sus organizaciones políticas, se oponen por oponerse a propuestas, que hasta van en beneficio de los más pobre de sus propias regiones.  

Esta crisis legislativa, se debe en gran medida a la propia partidocracia, que no actúa con base en valores democráticos como: representación del interés popular, ética pública, transparencia, apego a la legalidad, apertura. Estos partidos y sus diputados sólo se representan a sí mismos. Ahí están sus mecanismos de reproducción en el poder, vía el permanente reciclaje de sus cuadros políticos, el control de sus estructuras y liderazgos por parte de mafias, tribus y redes de parentesco, la promoción política con base en mecanismos de lealtad y no de eficacia y vocación de servicio.  

¿Dónde están las alternativas concretas para enfrentar los desafíos en materia de inseguridad, bajo crecimiento económico y combate a la corrupción? Queremos una democracia no sólo genuina, sino también eficaz, una democracia que se observe como un instrumento o un modelo para generar bienes públicos, no como el escenario de un lamentable espectáculo político donde los partidos dan, reciben, reparten, posiciones de poder, prebendas, presupuestos, frente a la mirada de ciudadanos impotentes, carentes de mecanismos de control y fiscalización sobre sus representantes populares.

Estamos frente a un escenario poco alentador para la democracia, con un gobierno muy poco eficaz, una Asamblea rehén de los intereses de la partidocracia y un Poder Judicial capturado por amigos de los grupos gobernantes.

 

 

 

Andrés García Bolívar
Pastor iglesia evangélica: “El Evangelio Eterno”
Teléfono: 04161067319
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andresgarbo@hotmail.com

Lea en este blog más artículos y los libros: La familia del Yaruro, Un grito en el sur y La Justicia de Justa